Le dispararón en la cabeza para robarle y no le pasó nada
ELDORADO.- Carlos Castillo sabe que lo suyo fue un milagro. Sabe que la fortuna le permitió poder contar la historia, porque tranquilamente hoy podría estar siendo despedido por sus familiares en una sala velatoria. El joven recibió un disparo en la cabeza durante un intento de robo ayer a la mañana, pero el proyectil no provocó daños neurológicos y a las pocas horas fue dado de alta.
El violento caso se registró ayer a la mañana, cerca de las 10, sobre la ex ruta nacional 12, en inmediaciones al barrio Florida, ubicado en el kilómetro 9 de la localidad de Eldorado.
Por esa arteria circulaba Carlos Castillo (18) a bordo de su motocicleta particular, cuando en determinado momento observó que otros dos motociclistas pedían ayuda a un costado del camino, según narró la propia víctima a El Territorio.
Al ver eso, el muchacho se detuvo, sin pensar que esa decisión casi le cuesta la vida en un fracción de segundo más adelante.
Del rodado presuntamente averiado se bajó el sujeto que iba como acompañante, que tenía el casco de seguridad colocado pero cuando intimidó y exigió la entrega de la moto a Castillo se lo quitó, por lo que el damnificado asegura que puede llegar a reconocer al delincuente.
Preso del temor, el muchacho no se resistió al robo pero cuando increíblemente estaba a punto de entregar su rodado, volvió a levantar la cabeza y vio al delincuente apuntándolo con un arma de fuego en la cabeza y gatillando.
“Estaba a un metro de distancia. La bala me deja medio mareado, luego escuché que gatilló como cuatro veces más”, recordó Castillo.
Tras el disparo, los asaltantes huyeron del lugar sin robar ninguna pertenencia, en tanto que la víctima debió ser hospitalizada de urgencia.
“Fue un milagro”
En este contexto, Fernando Gómez, el doctor del Hospital Samic que atendió a Castillo, expresó que el joven ingresó a la guardia con una lesión en el parietal izquierdo de su cabeza.
“Tenía un orificio de entrada y salida. No tuvo compromiso cerebral ni neurológico, la bala no fue alojada en su cabeza”, explicó el profesional.
De acuerdo a Gómez, el proyectil pudo haberse tratado de un calibre 22 que “no tiene una velocidad importante. Estos proyectiles pegan y rebotan en el cráneo. Llama mucho la atención la suerte que tuvo, aparente pudo haber hecho una maniobra con la cabeza en el momento de recibir el disparo y eso lo habría ayudado”, expresó.
Castillo reside en el kilómetro 18 de esta localidad junto a su madre, quien también viajaba con él en la motocicleta cuando se produjo el violento atraco.
“Fue un milagro que no haya pasado nada”, expresó el joven que sabe que, de alguna manera, ayer a la mañana volvió a nacer.
Fuente: (e24n.com.ar)